Se es adicto al café si:
- Lo primero que se hace al abrir los ojos es pensar en tomar café.
- Lo segundo que se hace en el día es tomarse un café.
- Lo tercero que se hace en el día es despertar, después de tomar un café.
- Se considera que para realizar cualquier trabajo es preciso, antes, tomar un café.
- Se mide el consumo en jarras en lugar de tazas.
- Cuando se toma uno, se está pensando en el siguiente.
- Se piensa que nadie prepara buen café excepto uno mismo.
- Nunca se niega a tomar una taza, no importa la hora.
- Prefiere no tomar nada antes que tomar una infusión de canela o manzanilla.
- Niega la adicción: «¡Pero si sólo me tomo seis tazas al día!».
- Se toma un espresso antes de dormir, ¡y se puede dormir!
- A pesar de sufrir insomnio, se toma un café en la cena, o dos o tres…
- Asegura que el café no le quita el sueño e, invariablemente, se duerme a las tres de la
- mañana.
- Lo último que hace antes de ir a la cama es poner la cafetera automática que lo despertará, con su delicioso aroma, al día siguiente.
Beneficios
- Según un estudio realizado por la Universidad de Vanderbilt, beber de tres a cuatro tazas diarias de café proporciona los siguientes beneficios:
- Estimula funciones cerebrales: la memoria, la atención y la concentración.
- Aumenta la energía física sin causar dependencia.
- Ayuda a prevenir el consumo de drogas y alcohol.
- Mejora el humor.
- Aumenta en 10% el rendimiento escolar.
- No engorda —¡claro, si se consume sin azúcar y sin crema!
