DIVINO 1984, el mezcal de Oaxaca con más de 30 años de añejamiento

El destino de este destilado es viajar en el tiempo, traer al presente un tesoro escondido de México, una joya para el mundo, un exclusivo mezcal con 30 años de añejamiento en antiguas barricas vineras de roble blanco.

DIVINO 1984 es un mezcal que nació de la tradición con el destino de madurar y trascender, como lo revela su extraordinario rango de olores y sabores. Beberlo es un lujo único e irrepetible, ¡tendrían que pasar 33 años para volver a disfrutar algo así!

Este mezcal es un tesoro, pues solo hay 1200 botellas, lo que ha generado una atractiva y fuerte competencia por adquirir esta joya.

Don José Villanueva cuenta que DIVINO 1984 ya es solicitado con éxito por conocedores, coleccionistas y amantes del mezcal en Japón, Estados Unidos, Inglaterra, España, Francia, Luxemburgo y Hong Kong, entre otros países.

La bebida está embotellada cual tesoro. La botella está firmada, numerada y fichada a mano, acompañada de un certificado de autenticidad y protegida en un elegante estuche hecho a mano como el de los grandes coñacs y whiskeys.

¿A qué sabe un mezcal con más de 30 años de añejamiento? Don José dice que los expertos han encontrado que las bondades del tiempo le han otorgado las siguientes características:

  • Vista: presenta un bello y profundo color cobrizo con destellos dorados, propios de un destilado que ha sido guardado por muchos años en roble europeo. Muy brillante y con magnífica transparencia.
  • Nariz: destaca de inmediato un concierto de aromas complejos con notas herbales, ahumadas y dulces que recuerdan el agave, además de nueces, almendras, avellanas y un delicioso toque de barrica fina que contribuye a que el aroma sea más complejo y delicioso.
  • Boca: confirma lo descubierto en nariz, su ataque es equilibrado destacando cierta grata acidez que manifiesta un perfecto equilibrio entre el clásico sabor del mezcal y el carácter que solo el tiempo en barrica le puede dar.

¿Cómo se crea un mezcal así?, ¿es una decisión propia del maestro mezcalero?, ¿interviene el azar? “En 1984 llegó un cargamento de mezcal espadín a nuestra bodega, un destilado de agave angustifolia Haw. Era tan agradable el aroma que desprendía ese mezcal al momento de ser trasvasado que le pedí a mis padres, don José Villanueva Arteaga y Doña Celia Barragán Espinoza, que guardaran una parte de ese extraordinario espirituoso para madurarlo en barricas. Así quedaron resguardadas 17 barricas con aproximadamente 3 mil litros de mezcal.

Los azares del destino llevaron a estas barricas a ser confinadas en la parte más protegida y calma de la sección de añejamiento de la fábrica. Fueron olvidadas durante muchos años. Treinta años mas tarde, al reorganizar la cava, las encontramos. De las 17 barricas originales que habíamos guardado, solo cinco pudieron rescatarse pues las demás ya no tenían bouquet. Al probarlo supe que se trataba de un mezcal extraordinario y definitivamente fuera de lo común. Había que llevarlo al mundo.”

Ya solo quedan 300 botellas de esta pieza de colección.