El pollo nos gusta por rico, rendidor y barato pero también porque es muy fácil cocinar comida rica con él. Si ya estás harto de la típica pechuga a la plancha, mira estas ideas para sacarle provecho de formas más originales.
¡A cocinar pollo como todo un experto!
¡Aguas! Esta proteína no debe comerse cruda ni tampoco a término medio. El pollo se debe cocinar completamente porque generalmente es tratado en ambientes donde puede contaminarse fácilmente.
Dice Samin Nosrat, autora del libro Sal, Dulce, Ácido y Calor que la mejor forma de que quede jugoso es marinarlo una noche antes de cocinar en leche o buttermilk. Inténtalo, no te vas a arrepentir.
Si no te gusta la piel ¡no la tires! Solo agrégala a alguna de tus sopas y deja que suelte su grasita. Ya que hierva retírala, tendrás mucho más sabor que antes.
Del pollo todo se aprovecha así que siempre será más rentable comprarlo completo y usar todas sus partes: Los huesos hacen un gran caldo, de esos que reconfortan, alinean cualquier chakra o alivian toda suerte de enfermedad.
¿Ya sacaste las piezas con carne magra? ¡A cocinarlas!
Ensalada de pollo con arúgula y pesto

En un recipiente mezcla pesto, mitades de jitomate cherry, arúgula y un poco de queso fresco de vaca o de cabra.
Cocina el pollo previamente sazonado y córtalo en cubos. Saca, incorpora a la ensalada y sirve con pepitas de calabaza para dar una textura más crujiente.
Pollito con papas, romero y limón

Esta receta nunca falla y es espectacular para una cena elegante o para la comida de todos los días. Ya sea en pieza entera o cortado en pequeñas porciones, se debe cocinar el pollo previamente sazonado en aceite de oliva o mantequilla e integrar rodajas de limón para que se confiten al mismo tiempo y suelten sabor.
Agrega un par de ramas de romero y el jugo de un limón. Integra papitas cambray previamente cocidas. Tapa, deja que se combinen los aromas y sabores.
Cacerola de pollo con salsa de tomate y pimientos

Si tienes pocas ganas de cocinar pero muchas de comer rico y hay pollo en el refri, esta es tu receta. Primero haz un caldillo de tomate: licúa tres jitomates, un cuarto de cebolla, dos dientes de ajo y sal. Reserva y precalienta el horno a 200°C.
En un refractario apto para horno coloca piezas de pollo previamente sazonadas con julianas de cebolla y pimiento rojo. Sirve el caldillo y tapa con papel aluminio; deja cocinar por 30 minutos y sirve con arroz blanco o pasta.
Ensalada de manzana con pollo y col

Dulce, salado, algo acidito y muy rico es este platillo que se cocina en un abrir y cerrar de ojos. Pica en julianas un poco de col blanca o morada y en cubos la manzana.
Hierve una pechuga de pollo y deshébrala. Cuando esté fría, intégrala a la col, las manzanas y agrega un poco de crema y algo más de mayonesa. Sazona con sal y pimienta. Disfruta.
Yakimeshi de pollo

¿Apoco creíste que nos íbamos a quedar en sabores ordinarios? Para que veas que puedes comer original cualquier día de la semana, ahí te va una receta express de cómo hacer arroz frito estilo japonés:
Primero, prepara una taza arroz. Después de eso pica una zanahoria, una calabacita y los rabos de una cebolla cambray. En una sartén con aceite caliente -de preferencia de ajonjolí- saltea cubitos de pechuga de pollo, integra los vegetales y después el arroz. Sazona con salsa de soya.
Termina estrellando un huevo en la mezcla y batiendo vigorosamente. ¡Kampai!
Sándwich de pollo y vegetales
Para el siguiente truco de magia vas a necesitar primero que nada una buena baguette o chapata. Sobre una sartén muy caliente sella lajas de berenjena, calabacita, jitomate, pimiento y hasta espárragos.
Tuesta el pan con mantequillita y unta con mostaza. Coloca los vegetales y encima un poco de queso de cabra.
Cocinar una pechuga o muslo de pollo sin hueso previamente sazonada y colócala entre los panes. Termina con lajas de aguacate ¡y bienvenido al paraíso!
Pollo a la naranja

Esta es otra receta buenísima para quedar bien… ya sea contigo mismo o con tus invitados a la hora de la cena.
Sella las piezas de pollo que vayas a consumir previamente sazonadas y colócalas en un recipiente apto para horno. Ahí, poner papas y cebollas cambray; baña a la mitad con jugo de naranja y termina con unas rodajas encima. Tapa con aluminio y hornea a 200°C por media hora.
Cocinar pollo rostizado en casa ¡es posible!

Y bastante fácil, a decir verdad. Primero, precalienta el horno a 220°C y asegúrate de que tienes una rejilla que quepa sobre un recipiente.
Compra el pollo completo y sazona con sal y pimienta; desprende la piel sin quitarla para separar de la carne y unta en el medio un poco de mantequilla. Encima de la piel toca otra capa para que se vuelva crujiente y deliciosa.
Pon la guarnición aromática que más se te antoje: limón, hierbas aromáticas, especias… y coloca sobre la rejilla. En el recipiente sirve un poco de agua y coloca ahí vegetales que se te antojen. Hornea todo junto por una hora y media.
La siempre cumplidora tinga

¡Que maravillosa es la pechuga deshebrada! Aprovéchala y prepara esta delicia con ella. Para una pechuga completa necesitas cuatro jitomates y una cebolla pequeña. Corta en julianas la mitad de los ingredientes y la otra mitad licúalos con un chile chipotle.
Cocina todo en una sartén a fuego medio durante media hora con otro chipotle para que suelte su sabor. Termina poniendo en un taco para disfrutar.
Pollo con salsa de ajo y parmesano

¡Uf! Nada más de imaginarnos el sabor de esta forma para cocinar el pollo se nos hace agua la boca. Puedes utilizar cualquier pieza y necesitas un recipiente apto para horno.
Sella las piezas previamente sazonadas y aparte, mezcla crema, dientes de ajo machacados y queso parmesano rallado. Tapa y hornea en un recipiente durante 20 minutos.
Espolvorea con perejil picado y acompaña con un poco de pan.