El microondas es uno de los electrodomésticos que más se descuida a la hora de limpiar la cocina. ¡Cuidado! Si no limpiaste con frecuencia se comenzarán a acumular manchas de grasa y salpicaduras de alimentos difíciles de quitar.
Aquí tenemos 5 trucos para limpiar el microondas y conservarlo en buen estado. Lo mejor es que cada una de ellas se realiza con productos que actualmente tienes en tu cocina y son realmente fáciles.

Limpiar el microondas con vinagre, bicarbonato
Usa agua, vinagre y sal
Pon en un recipiente para microondas 250 mililitros de agua, 250 mililitros de vinagre y una cucharada de sal. Tápala con film transparente y haz en éste agujeros con un palillo o tenedor.
Mete el recipiente en el microondas a máxima potencia durante cinco minutos. El vapor que saldrá del plato al hervir humedecerá las paredes y desincrustará la suciedad acumulada.
Antes de abrir la puerta, deja que actúe durante 10 minutos. Después, quita el plato y pasa un trapo o una esponja, verás que las manchas se quitan fácilmente. Luego seca con un papel de cocina.
Intenta limpiar el microondas con bicarbonato
Espolvorea un poco de bicarbonato sobre una esponja húmeda y pásala por las paredes del microondas. Enjuaga bien con agua.

Con jabón para vajillas
Pon una cucharada de jabón líquido para trastes en un bol con agua tibia e introdúcelo en el microondas. Deja que se caliente durante un minuto a potencia máxima. Con esta agua humedece una esponja y limpia el interior.
El truco del trapo empapado
Mete un trapo de cocina en un recipiente con agua y una cucharada de jabón lava trastes. Saca el trapo y ponlo en el plato del microondas sin escurrir. Caliéntalo tres minutos a máxima potencia, vigilando que no se queme.
El vapor que va a desprender, desincrustará la grasa y las manchas de comida. Con el mismo trapo, una vez se haya enfriado un poco, repasa todo el interior y seca con un papel de cocina.

TIP ANIMAL: El microondas no solo se debe de mantener limpio por dentro sino también en la parte exterior. Es suficiente usar una esponja humedecida con agua y jabón, o con bicarbonato.