Tres joyas artesanales del mundo tequilero: proyectos artesanales hechos en México

Cada 24 de julio, México celebra con orgullo el Día del Tequila, una fecha establecida para rendir homenaje a una de las bebidas más emblemáticas del país. Este día no es casual: conmemora la inscripción del paisaje agavero y las antiguas instalaciones industriales de Tequila, Jalisco, como Patrimonio Mundial por la UNESCO en 2006. Y es que el tequila no es sólo un destilado: es historia, tradición, identidad y cultura líquida embotellada. Hoy te cuento sobre tres tequilas artesanales que, en un mercado saturado por grandes casas tequileras, emergen con fuerza y dignidad para desafiar la estandarización y devuelven el alma a cada botella.

Tequila EntreManos: conciencia, comunidad y sabor

Día del Tequila
Líquido cristalino, brillante y con matices plateados. Aroma suave con entrada de notas dulces de agave horneado y fruta deshidratada. Destacan los matices herbales y cítricos. En boca sobresale su suavidad y su cuerpo, presentando un retrogusto prolongado y elegante en el que permanecen las notas dulces del agave horneado y caramelizado / Foto: Cortesía EntreManos

Producido en pequeños lotes en Amatitán, Jalisco, EntreManos es mucho más que un tequila artesanal: es una declaración de principios. Desde el cultivo de agaves Tequilana Weber Azul de seis años —con jima baja y sin cogollo para evitar sabores amargos y metanol— hasta la cocción lenta en autoclave sin presión y fermentación natural con levaduras silvestres, este tequila privilegia la calidad por encima del volumen.

Cada etapa del proceso refleja respeto por la tierra y el producto: destilación doble en alambiques de acero con serpentines de cobre, estabilización por 4 meses y uso exclusivo de agua de pozo profundo proveniente del cerro de Amatitán. Pero más allá del perfil aromático y la suavidad de su destilado, destaca su enfoque social: todas las botellas —de vidrio reciclado— son etiquetadas y terminadas a mano por mujeres locales, en colaboración con Cultivando Lazos, una A.C. que promueve la equidad de género en la industria tequilera. EntreManos no solo se bebe; se admira y se respeta. Es tequila con causa, con rostro humano y con conciencia social.

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Laelia: la flor que se volvió tequila

Día del Tequila
Laelia está disponible actualmente en Estados Unidos, así como en Guadalajara y la región del Bajío, y próximamente llegará a la Ciudad de México, con planes de expansión a nivel nacional. Su propósito es conectar con quienes valoran las historias auténticas, el diseño con propósito y los productos elaborados con respeto por la tradición / Foto: Cortesía Laelia

Desde Amatitán y bajo la tutela del Maestro Tequilero Carlos R. Huizar, Laelia se levanta como una flor silvestre de lujo silencioso. Inspirado en la orquídea mexicana del mismo nombre y los cantos ceremoniales de los nahuas, este tequila funde lo botánico, lo poético y lo artesanal.

Producido en Casa Natima —propiedad de la familia Pérez Ontiveros, productores de agave por cuatro generaciones—, Laelia parte de agaves cultivados con trazabilidad completa y madurados hasta alcanzar su punto ideal. Su proceso es purista: cocción en hornos de mampostería, molienda en tahona de piedra, fermentación natural y doble destilación en alambiques de cobre.

El Blanco pasa hasta 14 días en barricas de roble americano, resultando en un perfil elegante, mineral y terroso, con notas de agave cocido, pimienta blanca y dulzor sutil. El Reposado se guarda de 4 a 6 meses en barricas de roble francés ligeramente tostadas, ganando matices florales, frutales y una complejidad sutil sin perder frescura. No sorprende que su versión Blanco haya obtenido Doble Oro en la Latin America World Spirits Competition 2024. Laelia es ideal para quienes buscan una experiencia sensorial completa: el sabor, sí, pero también la estética, la historia y la emoción.

Teremana: el “mana” de la tierra

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El terroir único de suelos volcánicos, la altitud y el clima templado hacen que el agave azul Weber, cultivado en la región, desarrolle sabores más dulces, afrutados y florales. Cada planta es cosechada a mano por jimadores expertos, garantizando un tequila más redondo y con carácter. / Foto: Cortesía de la marca

Teremana es una sorpresa bien plantada. Elaborado en Jesús María, en los Altos de Jalisco —zona famosa por sus agaves dulces gracias a suelos volcánicos y clima templado—, este tequila nace con respeto por la tierra y el espíritu que la habita.

Su nombre combina “Terra” (tierra) y “Mana” (energía vital), una fusión cultural que revela su vocación espiritual. Cada planta es seleccionada a mano y cocida lentamente durante 72 horas en hornos tradicionales de ladrillo, lo que permite que sus notas cítricas y florales se desarrollen a plenitud. La doble destilación en alambiques de cobre, en lotes pequeños, conserva su suavidad y elimina impurezas.

Disponible en Blanco y Reposado, Teremana ofrece un perfil vibrante, fresco y accesible. El Blanco sorprende con notas cítricas y toques herbales, mientras que el Reposado presenta vainilla, roble y un cuerpo redondo que lo hace ideal para maridajes o cocteles refinados.

En un mercado donde los nombres grandes muchas veces apuestan por volumen y marca, estas tres etiquetas emergen como guardianes del sabor auténtico y el compromiso artesanal, pues no solo ofrecen tequila: ofrecen narrativa, identidad y propósito. Este Día del Tequila, celebremos no solo con un trago, sino con un sorbo de historia, comunidad y respeto por la tierra. Porque cuando se trata del buen tequila, lo artesanal no es moda: es raíz.


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