Cuando vas a elegir un buen sartén para tu cocina, no basta con que se vea bonito: materia, rendimiento, seguridad y durabilidad importan tanto como el precio. En este texto te cuento lo que descubrí investigando (y probando) estos tres tipos de materiales: acero inoxidable, hierro fundido y cerámica, con sus virtudes, limitaciones y a quién le sirve cada uno, porque la búsqueda del mejor sartén para cocinar nunca acaba.
¿Existe un mejor sartén para cocinar?
No hay una sola respuesta o “un mejor sartén” para cocinar. Cada material tiene ventajas y desventajas, pero lo ideal es tener al menos uno de cada tipo para el uso que le vas a dar, comprender cómo cuidarlos y elegir según lo que cocinas con más frecuencia. Así tu cocina funcionará con eficiencia, sabor y seguridad.
Sartenes de acero inoxidable: confiables y versátiles

Ventajas:
- Es un material “seguro” en términos de salud: los utensilios de acero inoxidable de buena calidad se consideran generalmente inocuos.
- Muy duradero: no se raya fácilmente, no se corroe (si es “inoxidable”) y resiste bien el uso diario, eso sí, debes cuidarlo adecuadamente.
- Resisten rangos de temperatura moderados a altos (aunque no extremos), que los hace ideales para sellar carnes, saltear, hacer salsas, desglosados.
- No depende de recubrimientos que puedan deteriorarse con el tiempo.
Desventajas:
- No es naturalmente “antiadherente”. Si cocinas algo delicado (como huevos, pescados) sin suficiente grasa o técnica, es probable que se pegue.
- Requiere técnica: precalentar bien, usar suficiente grasa o aceite, y controlar el calor.
- No distribuye el calor tan uniformemente como otros metales, si la base no es de buena calidad (a veces se combina con núcleo de aluminio).
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Sartenes de hierro fundido y sus variantes

Ventajas:
- Retiene muy bien el calor. Bien calentado, mantiene temperatura con muy poca variación, lo que es ideal para cocciones lentas o platillos que requieren “tiempo”.
- Antiadherente. Cuando se “cura” (que generalmente se hace con alguna grasa) puede desarrollar una superficie natural antiadherente.
- Muy resistente: puede pasar muchos años antes de que lo tengas que cambiar.
Desventajas:
- Es pesado. Manipularlo puede ser incómodo para algunas personas o para cocinar con movimientos rápidos.
- Debe mantenerse bien para evitar oxidación: requiere cuidados especiales, como no dejarlo expuesto a humedad, secar bien, volverlo a curar si es necesario.
- No es completamente “antiadherente”, excepto cuando la capa de curado está bien establecida.
- En versiones esmaltadas, el esmalte puede astillarse o dañarse si el golpe es fuerte o hay cambios bruscos de temperatura.
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Sartenes de cerámica (recubierta o antiadherente cerámico)
Ventajas:
- Se promueve como una opción más “limpia” o sin químicos PFAS (que se encuentran en algunos recubrimientos tipo PTFE), pero debes revisar que la marca que elijas esté certificada.
- Buena antiadherencia cuando está nueva, ideal para cocinar con menos grasa.
- En general es más ligera que el hierro y más manejable.
Desventajas:
- La superficie cerámica tiende a desgastarse más rápido que los recubrimientos tradicionales si se usa mucho, se raya o si se somete a altas temperaturas de forma repetida.
- Puede perder su efecto antiadherente con el tiempo, especialmente si no se cuida.
- Algunos productos que se anuncian como “cerámica” en realidad usan recubrimientos híbridos o “cuasi-cerámicos” con polímeros que pueden filtrarse a los alimentos. De hecho, algunos expertos advierten sobre posibles emisiones o degradaciones cuando se somete a calor excesivo.

¿Cuál es el mejor sartén para cocinar? Esto dice PROFECO

La Profeco ha hecho estudios sobre sartenes antiadherentes que incluyen modelos con recubrimientos, pruebas de durabilidad del recubrimiento, distribución de calor, dimensiones, acabados, etc. En esos estudios, muchos modelos cumplieron normativas oficiales y obtuvieron calificaciones de “Excelente” o “Muy Bueno” en la mayoría de sus pruebas.
- Un punto clave que subraya esta autoridad es prestar atención a la durabilidad del recubrimiento antiadherente. Un sartén puede comenzar bien, pero si el recubrimiento se desgasta rápido, pierde funcionalidad.
- También revisan la distribución del calor, porque un sartén que “mima” mucho en el centro, pero calienta mal en los bordes no ofrece un buen desempeño en cocina real.
No hay una respuesta universal, pero sí recomendaciones según uso y prioridades:
- Si quieres un sartén duradero, sin depender de recubrimientos, para cocinar variadas preparaciones (sellar carnes, desglasar, saltear): acero inoxidable es muy buena opción, si lo usas bien.
- Si cocinas mucho platos lentos, guisos, buscas un utensilio que te dure toda la vida y no te molesta su peso: hierro fundido es ideal.
- Además, si tu sartén tiene recubrimiento (se trate de cerámica, PTFE u otro), revisa que esté en buen estado; si está rayado o deteriorado, es momento de cambiarlo. La ventilación, el control de temperatura y no usar utensilios metálicos ayudan a alargar la vida útil.
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