De la pasión nacen los actos más desinteresados y hermosos de la vida. Cómo crear vinos inspirados en la música, las dos grandes pasiones de René Martínez, sommelier de Vinícola Hasen. Conoce un poco más de la increíble historia de los vinos que escuchan música para ser creados.
Así es, parece mentira pero no lo es, estos vinos se fermentan con música todos los días, escuchan “Time” de Pink Floyd, “Kashmir” de Led Zeppelin o inclusive, “Yesterday” de los Beatles. Por un lado, la música tiene un impacto directo en su aroma y también, por otro lado, influye en tu percepción al escucharla.
Son vinos diseñados para estar vinculados eternamente con la música. Pero ¿realmente afecta al vino? o ¿solo a nosotros cuando la escuchamos y bebemos?
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Vinícola Hasen: cuando la música y el vino se unen por el arte
René Martínez es un apasionado sommelier, una pequeña conversación bastará para notar su vasto conocimiento y sobre todo, su incansable pasión.
De familia de artistas, René siempre estuvo ligado al arte y aunque su primera profesión fue ser médico veterinario-zootecnista, la música siempre estuvo a su lado.
Años más tarde, la enología se presentaría en su vida de forma sorpresiva pero insistente. Es aquí cuando supo que tenía que darle un giro a su camino y hacer vino.
No tardó mucho en darse cuenta que el vino como la música tenían grandes similitudes, no solo en el proceso de elaboración sino en el impacto que tenía en su estado de ánimo.
Así que lo más natural posible fue juntar sus dos mundos. Los vinos que haría en Vinícola Hasen estarían inspirados en los más grandes artistas de su época.
Led Zeppelin, Pink Floyd y Elvis Presley el intenso ritmo del sabor
“All that you touch and all you see is all your life will ever be.”
Así nacen sus vinos, inspirados en la música que más le había impactado a lo largo de su vida, René crearía una selección imperdible.
Blanco y rosado inspirado en la música clásica y en las estaciones, primavera y verano para el blanco vibrante y otoño e invierno para el rosado más relajante.
Hasen, el vino de la casa, es el orgullo de papá, premiado y reconocido a nivel internacional, es un vino inquietante, rebelde y sorprendente. Inspirado en la música de Elvis Pressley, René buscó crear algo especial.
Otros de sus vinos más reconocidos es el inspirado en Dark Side of the Moon (Lado A y B) de Pink Floyd, uno de los más grandes álbumes de todos los tiempos. Es un vino introspectivo y más complejo de descifrar.
Mientras que Optimus, el vino de la casa, la gran joya de Vinícola Hasen, está inspirado en la canción “Kashmir” del legendario grupo británico Led Zeppelin, una de las grandes obras musicales de nuestros tiempos.
“Viendo las notas musicales y la letra, tratamos de aplicar un concepto a la fruta. Lo que te da esa obra musical, tanto en armonía y letra, lo tratas de plasmar en el viñedo”.
La Vinícola Hasen está creada a partir de la pasión no solo de crear vino, sino de la pasión misma por la vida misma. Eso se nota en cada una de sus botellas. Usa la música como inspiración y como un agente de cambio:
“Poner la música en un cierto nivel de frecuencia y de forma constante. Trabajo mucho cuando estoy haciendo un ensamble con los Beatles”.
La calidad y el resultado de años de estudio, así como la inspiración en el arte mismo, se ve reflejado en los aromas de cada copa.
¿Cómo afecta la música al vino?
De acuerdo con René Martínez, al escuchar la música el vino tiene un impacto muy específico en su formación química:
“Si afecta, científicamente está comprobado que lo que yo hago es que al poner una música con esa frecuencia, las notas aromáticas hacen cadenas más largas y las notas de sabores también lo hacen. Son vinos que te duran más caudalias, la carga aromática es más intensa. Nunca, nunca maquillamos un vino, esto es química pura”.
Las notas musicales tienen impacto en las notas de sabores del vino, tanto en su elaboración como en su crianza. La música influye en el proceso biológico del vino.
Las vibraciones sonoras afectan el comportamiento de las levaduras, las cuales estimulan la fermentación para que sea más activa.
Este cambio sutil mejora la armonía del vino y aquellos criados con música presentan aromas más integrados y con textura más redonda.
Este es el impacto que tiene en el vino, pero todavía más importante, el impacto que tiene en nosotros al probarlo. Estudios de diversas universidades han comprobado que el cerebro asocia notas musicales con los sabores.
Así que existe un vínculo directo a los sabores y la música. Así que no pierdas la oportunidad de disfrutar el Dark Side of the Moon con este vino que está inspirado, diseñado y pensado específicamente para esta obra musical.
Déjate llevar por la pasión y entrega con la que se hacen estos vinos, que nacen desde el arte y para el arte. Un vino con un propósito mayor a solo ser tomado, sino ser gozado.