El cilantro y el perejil son hierbas aromáticas que más de uno ha confundido en los pasillos de los supermercados. En realidad, reconocerlos e identificarlos a la vista es muy sencillo.
Ambas son hierbas aromáticas que pertenecen a la familia de las apiáceas –por ello se parecen y son fácilmente confundibles- y tienen una presencia clave en la cocina mexicana. ¿Qué sería de nuestros taquitos al pastor sin esa mágica combinación de cilantro y cebolla?
Parte de la maravilla de estas hierbas es que son ricas en antioxidantes. El cilantro tiene propiedades antibacterianas y antimicrobianas, es alto en hierro, magnesio y fibra, mientras que el perejil contiene altos niveles de ácido fólico y vitaminas A, C y K.
Como ambas se consumen crudas, principalmente, es importante lavarlas adecuadamente bajo el chorro de agua fría y después sumergirlas en un tazón con agua y gotas con algún producto desinfectante.
Ahora sí, a continuación te damos consejos prácticos para que aprendas a reconocer el cilantro del perejil.
Con ustedes…¡el cilantro!

Observa con detenimiento. ¿Ya te fijaste que las hojas acaban en puntas redondeadas? Además, esta hierba suele venderse en mercados y supermercados con raíz.
Durante la época prehispánica existió en México algo parecido al cilantro que daba un toque especial a los tacos. Sin embargo, este ingrediente fue desplazado por el cilantro europeo con la llegada de los españoles a nuestro país.
Hoy no podemos imaginar nuestras salsas mexicanas sin unas ramitas de ese cilantro originario de la zona del Mediterráneo.
Y con ustedes…¡el perejil!

Mira, las hojas son más puntiagudas que las del cilantro, ¿ya viste? Ahora huélelo. El perejil tiene un aroma –y un gusto- más sutil que el cilantro, pero un color verde más intenso.
Siempre lo encontrarás sin raíces.