Reflexiones cafeinómanas ☕️

Cuando empezamos a acusar los primeros síntomas de cansancio o de sequía mental, nuestra elección es, casi siempre, un estimulante, vaporoso y perfumado cafecito, y ni hablar de los de la mañana, que son absolutamente necesarios para despertar.

Por ello, a pesar de todo lo malo que se dice del café —que si genera adicción, que si roba el calcio de los huesos, que si provoca insomnio o resulta en gastritis—, el mejor aliado en nuestros locos desvelos y despertares sigue siendo esa insustituible bebida, objeto de tantas pasiones y fuente tal de inspiración, que los personajes más célebres —y otros plenamente asumidos en el anonimato— han dicho o escrito algo sobre ella o sobre su sustancia activa: la cafeína.

Claro que el café es un veneno lento, hace 40 años que lo bebo.

Voltaire

Nadie puede comprender la verdad hasta que bebe de las espumosas bondades del café.

Sheik Abd-al-Kadir

El café: negro como la noche, caliente como el Infierno, puro como un ángel y fuerte como el amor…

Charles-Maurice de Talleyrand-Périgord

El vudú y los polvos mágicos no son nada en comparación con el espresso, el cappuccino y el moca, que son más fuertes que todas las religiones del mundo combinadas y, quizá, más fuertes, incluso, que la mismísima alma humana.

Mark Helprin

El café llega a mi estómago y, enseguida, hay una conmoción general: las ideas empiezan a moverse como los batallones de la Grand Armée en el campo de batalla y la refriega da inicio. Los recuerdos llegan a todo galope, marchando al viento; la caballería de las comparaciones me ofrece magnificas descargas; la artillería de la lógica se da prisa con las municiones e inicia el ataque con tiros certeros; las frases llegan y las hojas de papel se llenan de tinta, ya que la lucha comienza y termina con polvo de café, así como las batallas lo hacen con pólvora.

Honoré de Balzac

El café es una bebida que te hace dormir… si no la bebes.

Alphonse Allais

No tomo café al mediodía: me mantiene despierto toda la tarde.

Ronald Reagan

Se cambia más fácil de religión que de café.

Georges Courteline

Ningún café es bueno al gusto si no ofrece antes un sutil aroma a nuestro olfato.

Henry Ward Beecher

Una mujer es como una buena taza de café: la primera vez que se toma, no deja dormir.

Alejandro Dumas

Yo creo que el género humano ha logrado tantos avances no por su inteligencia, sino por tener pulgares oponibles… para preparar café.

Flash Rosenberg

Si no fuera por el café, no tendría ni un asomo de personalidad.

David Letterman

Tomar café descafeinado es como besar a tu hermana.

Bob Irwin

Solo el café irlandés contiene, en una sola taza, los cuatro grupos alimenticios fundamentales: alcohol, cafeína, azúcar y grasa.

Alex Levine

Si tuviera sueños, serian como el humo de mi café.

Carly Simon

Si no hay café para todos, no habrá paz para nadie.

Ernesto «Che» Guevara

Café: la mejor suspensión orgánica jamás inventada.

El Señor Spock en Viaje a las estrellas

El café y el tabaco son el reposo pleno.

Proverbio turco

Si fuera mujer, usaría el café como perfume.

John van Druten

Detrás de toda gran mujer hay una nada despreciable cantidad de café.

Stephanie Piro

Uno no ha bebido suficiente café si no es capaz de ensartar la aguja de una máquina de coser… cuando está en movimiento.

Jeff Bezos

Podría medir mi vida en cucharadas de café.

T.S. Eliot

De hecho, esta parece ser la ocasión para la única necesidad básica del alma humana en prácticamente cualquier gran crisis: una buena taza de café caliente.

Alexander King

El café nos torna serios, profundos, filosóficos…

Jonathan Swift

De cafeinómanos anónimos

  • El adicto total: no tengo problemas con la cafeína… tengo problemas «sin» la cafeína.
  • El amenazador: nunca te interpongas entre yo y mi café.
  • El bíblico: …y el octavo día, Dios creó la cafeína.
  • El comparativo: una mañana sin café es algo así como el sueño.
  • El creyente: todo el mundo debería creer en algo… Yo creo que me haré otro café.
  • El culposo: la conciencia mantiene en vela a más gente que el café.
  • El daltónico: ¿que si me gusta el café negro? ¡Qué!, ¿hay de otros colores?
  • El déjà-brew: esa inexplicable sensación de que ya habías bebido ese café antes.
  • El despierto: la gente dice que no toma café porque luego no puede dormir; en cambio, yo, dormido, no puedo tomar café.
  • El Edipo: mamá es ese ser maravilloso que despierta en las mañanas sin necesidad del aroma del café.
  • El exagerado: mi café es tan fuerte que despierta a los vecinos.
  • El impaciente: la eternidad es el periodo de tiempo que tarda en estar lista la primera cafetera de la mañana.
  • El inquisidor: el café descafeinado es la mezcla del Diablo.
  • El instructivo: humano instantáneo, solo agregue café.
  • El lógico: si no tiene cafeína, no es café.
  • El megalómano: con suficiente café podría dominar al mundo.
  • El megalómano con variante arquimédica: denme un café de apoyo y moveré al mundo.
  • El metafísico: ¿existirá vida antes del café? No. Existe vida «después» del café.
  • El perseverante: renunciaría al café… ¡pero yo nunca renuncio!
  • El pesimista: en cuanto te sientes con tu taza de café, tu jefe te pedirá que hagas algo que durará exactamente lo necesario para que se enfríe.
  • El realista: el sueño es solo un síntoma de la privación de café.
  • El reivindicador: la cafeína no es una droga… ¡es una vitamina!
  • El rencoroso: ni amigo reconciliado ni café recalentado.