Imagina una cena romántica bajo la luz tenue de unas velas. Ahora, llévalo más lejos: imagina que, en lugar de cera o parafina, utilizas velas de mantequilla. Así, cuando comience a derretirse podrás untar panes, canapés y más con un poco de mantequilla tibia. ¡Una joooooya!
Si estás planeando preparar una cena, una reunión con amigos o familiares, las velas de mantequilla encajan como el detalle perfecto para hacer de tu ocasión un evento super fancy.
Con su delicado aroma y su suave brillo, estas velas se convierten en el complemento ideal para crear un ambiente romántico y elegante. Ya sea acompañando un exquisito pan de ajo con toques de romero o en una cena con una tabla de quesos y carnes frías, estas velas aportan ese toque de fine dining que hará de tu velada un momento inolvidable.
Cómo hacer tus propias velas de mantequilla

Ingredientes:
- 1 vaso de plástico
- 1 hilo para vela
- 250 g de mantequilla sin sal
- Opcional: ajo, romero y especias de tu preferencia.
Procedimiento:
- En primer lugar, asegúrate de contar con un vaso de plástico limpio y seco que servirá como molde para la vela de mantequilla.
- Corta un trozo de hilo para vela lo suficientemente largo para que se extienda desde el fondo del vaso hasta sobresalir por encima de la boca del mismo.
- En una olla pequeña, derrite la mantequilla sin sal a fuego bajo. Asegúrate de cocinarla suavemente hasta que alcance el punto “avellanado”*.
- En este punto, quedará en ti si quieres especiar tu vela con ajo o alguna especia de tu preferencia, como romero. Agrégalas en trocitos y deja que se cocine un rato, para que infusione su sabor.
- Una vez que la mantequilla esté avellanada, retírala del fuego y déjala enfriar ligeramente. Durante este tiempo, prepara el vaso de plástico con el hilo para vela colocado en el centro, asegurándote de que quede bien fijo y centrado.
- Vierte la mantequilla avellanada con cuidado en el vaso de plástico, asegurándote de que el hilo para vela quede sumergido en la mantequilla derretida.
- Deja que la vela de mantequilla se enfríe y solidifique por completo. Puedes acelerar el proceso colocándola en el refrigerador durante unas horas.
- Una vez que la vela esté sólida, corta el exceso de hilo que sobresale por encima de la boca del vaso.
*Nota: Avellanar la mantequilla significa cocinarla hasta que adquiera un tono dorado claro y desprenda un aroma ligeramente tostado. Es importante tener cuidado de no quemarla, ya que esto puede afectar el aroma y el resultado final de la vela.
¡Y listo! Ahora tendrás entre tus manos una fuente infinita de velas de mantequilla, casera y aromática, perfectas para iluminar y embellecer tus veladas. Recuerda tener precaución al encenderla y nunca dejarla desatendida.
Disfruta de su suave luz y el delicado aroma que proporciona mientras creas un ambiente acogedor y elegante.
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