¿Qué sería del mundo sin el chocolate o la salsa de tomate? Seguro un lugar muy triste; por eso, nunca nos cansaremos de reconocer que gracias a decenas de alimentos prehispánicos de México, existen muchos platillos a los que estamos acostumbrados hoy. Sigue leyendo y descubre cuáles son.
¿Qué alimentos prehispánicos de México seguimos consumiendo?
Aparte de los obvios como el aguacate, el chile, el frijol, el cacao, el jitomate y el maíz, existe un listado de productos endémicos de México presentes en nuestra alimentación desde hace cientos de años (algunos hasta de miles de años, como el maíz, cuyo primer vestigio de domesticación data de hace ¡7 mil años!)
1. Calabaza: es uno de los productos endémicos de México más antiguos en domesticación, cerca de 10 mil años. Es prima del chayote y parienta lejana del pepino, del melón y de la sandía. Se le aprovecha todo, su cáscara madura se usa como jícara y recipiente; y las semillas, forma parte de diversos guisos, moles, pipianes, botanas y postres; y ni qué decir de la flor, un manjar que no puede faltar en quesadillas.

2. Chayote: su nombre proviene del náhuatl hitzayotli, que significa calabacita espinosa. Es un alimento con pocas calorías, y su composición es 90% agua y mucha fibra, que lo hacen una excelente opción para diversos platillos.

3. Vainilla: una vaina que, al secarse, se transforma en un regalo muy preciado para el mundo, ya que no solo es uno de los sabores favoritos de postres también aromas de cientos de perfumes.

4. Quelites: es el nombre genérico que nuestros ancestros le daban a las yerbas comestibles que se encontraban en el monte. Hay de muchos tipos, pero los más conocidos son el pápalo; las verdolagas, que además son increíbles para espesar salsas y guisos, por su gran cantidad de mucílago; hoja santa; chipilín/chepil; chaya, muy consumida en el sur del país; quintoniles, huauzontles y epazote.
