Bares que simulan los garitos clandestinos de la Ley Seca
La cosa no es que la aventura sea imprevisible, sino que lo parezca: la emoción no nace de la clandestinidad, sino de simular la clandestinidad, aunque ya no tenga sentido.
La cosa no es que la aventura sea imprevisible, sino que lo parezca: la emoción no nace de la clandestinidad, sino de simular la clandestinidad, aunque ya no tenga sentido.