Receta de habas secas: Te digo cómo cocinarlas para aprovechar sus beneficios

Platillo de habas secas

Las habas, conocidas científicamente como Vicia faba, son una de las legumbres más antiguas y versátiles en la gastronomía mundial y son muy consumidas en México. Con su rica historia y versatilidad culinaria, este ingrediente sigue siendo valioso en diversas cocinas alrededor del mundo, entre ellas, la mexicana. A continuación, te dejamos una receta de habas secas que es nutritiva y fácil.

Receta de habas secas con verduras

Ingredientes:

  • 250 gramos de habas secas
  • 1 cebolla mediana, picada
  • 2 dientes de ajo, picados
  • 1 pimiento rojo, cortado en cubos
  • 1 jitomate grande, pelado y picado
  • 2 cucharadas de aceite de oliva
  • 1 cucharadita de pimentón dulce
  • Sal y pimienta al gusto
  • Agua (suficiente para cocer las habas)
  • Hojas de laurel y hierbas frescas
Platillo de habas secas
Foto: las habas son tan versátiles que existen cientos de recetas con ellas / Shutterstock

Preparación:

  1. Remojar las habas secas en agua durante al menos 8 horas o toda la noche.
  2. Escurrir y enjuagar las habas.
  3. En una olla grande, calentar el aceite de oliva y sofreír la cebolla y el ajo hasta que estén transparentes.
  4. Añadir el pimiento rojo y el jitomate picado, y cocinar por unos minutos más.
  5. Incorporar las habas escurridas y cubrirlas con agua.
  6. Agregar el pimentón dulce, sal, pimienta y las hojas de laurel.
  7. Hervir la mezcla a fuego alto; reducir la flama y cocinar a fuego lento hasta que las habas estén tiernas (aproximadamente 1 hora).
  8. Ajustar sazón y decorar con hierbas frescas antes de servir.

Beneficios de las habas

Su cultivo se remonta al periodo Neolítico, alrededor del 6,000 a.C., lo que las convierte en uno de los alimentos más antiguos de la humanidad. Te contamos algunos datos de este mágico ingrediente.

No solo son altamente beneficiosas para la agricultura, pues su cultivo ayuda a fijar nitrógeno en el suelo, mejorando su fertilidad y beneficiando el desarrollo de otras hortalizas, también tienen un gran impacto en la salud de quienes las consumimos. Pero, ojo, que sí importa si las comemos frescas o secas.

Las primeras tienen menos calorías y aportan más vitaminas y minerales (como potasio, calcio, magnesio, fósforo, hierro), y son buena fuente de fibra y de vitaminas del grupo B (folatos y niacina), ideales para mantener la estructura ósea en buen estado; mientras que las secas contienen más calorías y una mayor cantidad de magnesio y otros minerales. Son tan versátiles que existen muchas recetas con habas deliciosas y nutritivas.

Receta de habas secas
Foto: frescas o secas, las habas son un ingrediente clave en la nutrición / Shutterstock

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